REFLEXIÓN
REFLEXIÓN
¿No les ha pasado que a veces la vida como la han construido,
simplemente no tiene sentido? Como si todo por lo que ustedes han trabajado al
final no representa absolutamente nada. Es como si la decepción empezara a
hacer parte de sus vidas, pero no de una forma necesariamente mala. Es más como
si fuera una reflexión de un día.
Mañana usted no pensará lo mismo. Es posible que se levante
con una extraña motivación de que todo lo puede lograr, de que la vida tal cual
como “Dios” se la ha planteado es “hermosa”, perfecta dentro de su
imperfección.
Y el día siguiente será simplemente una rutina. Donde no ven
la hora de llegar a su casa para quitarse las botas y sentir ese aire refrescar
sus pies. Tomarse algo para descansar y prender el televisor para ver un
programa que lo haga reir, o distraerse.
Y el día siguiente levantarse con una ansiedad extraña que tiene
una única respuesta: usted no ve la hora de que ya sea viernes.
Y llega el viernes! El día en el que no se quiere hacer un
carajo, solo salir de la oficina y comer o beber hasta saciarse.
Pasa el sábado, sin mayor trascendencia que tal vez una
buena película, si tiene tiempo, porque si no le toca hacer las vueltas que no
hizo o no pudo hacer en la semana, en la mañana del sábado.
Y llega el domingo. Un buen almuerzo, y sale. Cuando usted
menos piensa ya se debe acostar, porque al día siguiente tiene que madrugar.
Al el día siguiente significa un nuevo comienzo. Depresivo o
no, pero es arrancar de nuevo. Y cómo duele arrancar. Empezar de cero no es
fácil, pero tiene una ventaja. Usted decide cómo vivir ese comienzo y al final
todo esto se trata de eso. Usted decide cómo quiere vivir. Así que ¡NO SE QUEJE!
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